Conexión cosmica_introducción al Chile Mitológico

Bienvenidos: soy un inquieto buscador de la verdad y sinceramente este es un camino que he encontrado ...y te lo muestro con el fin de apoyarte atí, para que sigas adelante con tu busqueda personal.

lunes, 28 de abril de 2008

Cara a Cara con Jesus

En ese momento, pensé que mi imaginación me estaba haciendo una mala jugada y dudé de ello, pero la visión que estaba teniendo en ese momento era tan real y nítida que lo descarté.
Debo decir que esta presencia me puso nervioso y algo inquieto (no asustado), además que pude percibir su energía, la que es muy potente. A tal punto que comencé físicamente a temblar por completo. A medida que el Maestro iba avanzando hacia mí, esta sensación se hizo aún más clara, pero no era una sensación de miedo, sino que era el estar frente a un ser con una energía muy poderosa. Sentía que me miraba a los ojos, lo cual era algo incómodo, yo trataba de esquivar su mirada directamente, no sé si por temor o respeto, lo miraba de reojo.
Finalmente y al estar parado frente mío, ¡¡a unos 30 cm. aprox.!! (si es que no fue menos), me dí fortaleza y lo miré directamente a los ojos y la sensación que me embargó en ese momento fue de completa paz, armonía, etc. Él me transmitía un profundo amor, simpatía, ternura, cariño, amistad y paz... es difícil de explicar por escrito y con palabras...sólo se siente..., y no me hacía sentir un ser inferior, sino que igual a él, me transmitía amistad.
En ese momento y aprovechando que lo tenía enfrente mío, me fijé en cada detalle de su persona. Andaba vestido con una túnica beige claro, que le llegaba casi hasta los tobillos, andaba descalzo. Su cara, su cara era muy especial..., era de una tonalidad mate (tostado por el sol), muy atractivo, la nariz aguileña, con un leve promontorio en el tabique, el bigote se unía a la barba y ésta era un poco abundante, pero con una pequeña partidura al medio, se veía ordenada y limpia. El pelo era de un color castaño tirado a café, ondulado y le caía hasta los hombros. Pero lo que más me impresionó fueron sus ojos, nunca los voy a olvidar..., eran de un azul calipso intensísimo, creo que nunca he visto un color igual, eran preciosos, los que transmitían toda esa paz y
amor que sólo Él puede dar. La mirada era sobrecogedora, potente.

http://rahmachile.cl/pdf/Chile/experiencia_xendra_fernando_varela_2002.pdf