CASO: COQUIMBO, agosto 28, 2004.
PRIMER AVISTAMIENTO:
Misteriosos seres han sido observados por numerosos testigos en una zona cercana a la ciudad de Coquimbo, IV región. Las características son similares a humanos de tamaño diminuto que se elevan por los aires sin emitir ningún ruido.
Francisco Vega, trabajador de la mina “El Pelambre”, se encontraba junto a su hermano y dos trabajadores de la empresa de cerámicas Argandoña en el sector de la planicie de Panul, zona cercana a La Herradura de Coquimbo, donde posee un terreno que necesitaba delimitar. Eran cerca de las 11:00 AM de un día a mediados de julio y el sol resplandecía. Luego de un rato en el lugar, Francisco observó a 20 metros de distancia lo que parecía ser un pequeño “mono” que se acercaba caminando por la planicie. Al divisarlo con detención observó que se trataba de un ser de apariencia humana, pero de un color rojo.
“Tenía una cabeza bien abultada, no media más de 80 centímetros y parecía un balón de gas por lo gordo, mi primera impresión es que se parecía a un jugador de rugby” narró el testigo.
“Solo pasaron unos segundos y grité muy fuerte para que mi hermano y los trabajadores se dieran cuenta de lo que estaba observando”, añadió
La sorpresa que vivieron los cuatro hombres fue aún más compleja, al ver como delante de ellos este extraño ser se elevaba por sobre la planicie quedándose en el aire por varios minutos. La desesperación fue tal que no sabían qué hacer y sólo observaron a este insólito ente que emitía una especie de campo energético, según describió.
Transcurridos más de 13 minutos, el misterioso humanoide comenzó a desplazarse hacia el mar a una velocidad muy lenta. Luego desapareció.
SEGUNDO AVISTAMIENTO:
Una experiencia similar un grupo de cinco jóvenes que se encontraban de noche en el mirador de Panul. Mientras el grupo conversaba , divisaron cómo desde el mar salían extrañas entidades que, poco a poco, se fueron acercando al grupo. Al principio no pudieron captar detalles de los mismos, pero a medida que se dejaban observar, alcanzaron a percatarse de que se trataba de seres humanoides de pequeño tamaño que tenían a su alrededor algo así como un aura de luz.
Luego de algunos minutos, y de estar inmovilizados en el aire, los seres comenzaron a desaparecer entre las sombras de la noche. Lo interesante de esta experiencia, es que todo el grupo pudo observar a estas extrañas entidades, coincidiendo todos en la descripción y detalles de los visitantes que provenían del mar.
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